Diario de la expedición: 17/4/2010
^Todos, contentos y cansados, de regreso en el Campo 4
Mañana les esperan algunos tramos delicados y 3.000 metros de desnivel de bajada.
“Nosotros hemos cumplido,” aseguraba Edurne Pasaban desde su tienda a 7.200m en el Campo 4. “Ha sido muy, muy duro – pero ha salido todo bien,” exclamaba, cansada y feliz al mismo tiempo.
“Acabamos de hablar con Asier, Edurne y Nacho y les hemos encontrado muy emocionados y extenuados, pero contentos por el éxito,” añadía Pablo, el médico, desde el Campo Base.
Es el final feliz de un día muy largo. Las sucesivas conexiones por radio de los expedicionarios con el Campo Base reflejan cómo las circunstancias de la escalada se complicaron en los últimos tramos, tal como relata Pablo:
“Hacia las ocho de la mañana, Asier nos decía que iban muy bien, tanto de tiempo como de fuerzas; a las 11.00h, Edurne nos aseguraba, muy animada, que en una hora estarían en la cima; a las 12.45h, un cansado Alex calculaba que sería cuestión de 30 minutos como máximo.... Sin embargo, hasta las 14.10h no llegó la llamada desde la cumbre.”
“Esto da una primera idea de lo duro que resulta escalar a 8000m. de altitud, con tan sólo un 33% del oxígeno disponible a nivel del mar, y (van de la mano) la más que segura deshidratación que todos han sufrido, dado que cuanta más agua lleves más pesa la mochila.”
Por otra parte, es importante recordar que el equipo de Al Filo de lo Imposible ha ido en todo momento por delante de todas las expediciones que esta primavera intentan la montaña; ha abierto la huella, buscado el mejor camino a través de los pasos difíciles y peligrosos, y equipado toda la ruta hasta que se han quedado sin cuerdas. Por esa razón la escalada se ha complicado mucho hoy, cuando han tenido que remontar un corredor de hielo sin cuerdas con las que asegurar la progresión – ni el descenso.
“Una vez en la cima, que tiene tres puntas, han pisado todas ellas, han hecho las fotos de rigor y rápidamente han emprendido el descenso.”
Este ha requerido cuatro horas de atención máxima y lucha contra el agotamiento, pero por suerte no ha habido ningún problema. “Todo ha ido bien, pero el contacto por radio ha sido sin embargo impactante: están emocionados y agotados, lo cual es comprensible después de 14h. expuestos a condiciones durísimas,” reconoce el doctor Diaz-Munió.
Esta noche deben tratar de recuperar fuerzas en lo posible: Mañana les esperan algunos tramos delicados y 3.000 metros de desnivel de bajada. Al menos, el Sherpa Nati saldrá del campo base por la mañana cargado con comida preparada, fruta y líquidos, calculando encontrarse con los expedicionarios en el Campo 2 a la hora del almuerzo.
Redacción edurnepasaban.com
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada